Se puso de moda hablar de las personas “tóxicas” y de las relaciones “tóxicas”. Pero, ¿quiénes son esos a quienes llaman «tóxicos»? Y, sobre todo ¿cómo evitar a estas personas tóxicas y estar libres de su influencia?. Desde mi punto de vista, la toxicidad de una persona depende de cada persona y de qué tanto se deje afectar.
Hay situaciones muy graves y serias donde las personas afectadas por la persona tóxica realmente son víctimas, como es el caso de algunos malos padres o madres, o de las víctimas de los narcisistas, pero hay que tomar en cuenta que en algún momento todos podemos comportarnos de manera que puede ser exasperante para los demás, y nos pueden percibir como personas “difíciles”. En realidad ese es un tema para otro artículo.
Qué son las personas tóxicas: 13 ejemplos
1. El tóxico narcisista
Este es el ejemplo más grave de persona tóxica y es el más estudiado en textos de psicología. La definición es parecida a la siguiente: una persona tóxica es una persona narcisista y egocéntrica (centrada en sí misma) y explota a personas cercanas para su propio beneficio.
De hecho, las personas explotadas por alguien narcisista pueden tardar años en recuperarse. Y las personas con un alto nivel de «complacencia» tienen más probabilidad de caer víctimas de uno o de varios narcisistas.
Los casos de alguien afectado por un narcisista pueden ser muy graves y requieren atención profesional. Si te consideras víctima de una persona tóxica con rasgos narcisistas, no dudes en buscar la ayuda profesiondal de algún psicólogo o trabajador social.
2. El tóxico borracho, sentimental o explosivo
Algunas personas son tóxicas porque a su vez se intoxican con facilidad ya sea porque se les sube rápido el alcohol, las conchas, el azúcar o algo más (o porque les falta alguna de estas sustancias). Pueden comportarse haciendo desfiguros, causando problemas, buscando llamar la atención y en ocasiones pueden llegar a la violencia.
3. El tóxico que se ofende de todo (florecillas delicadas)
También son personas tóxicas quienes se ofenden de todo, hasta de que el vaso esté medio vació o medio lleno, y se sienten aludidos aunque nadie esté hablando de ellos.
Ese tipo de persona tóxics es como una flor delicada que no se puede tocar y piensa que en cada palabra y acción que hacen sus supervisores, colegas, amigos o familiares se está cometiendo una “microagresión”. No comprenden que en el mundo existen diferentes jerarquías, méritos y puntos de vista.
4. El tóxico estructurado y concienzudo.
Las personas muy estructuradas pueden ser muy tóxicas, porque buscan que a como dé lugar el resultado de 100 sea la suma de 51+49 y si es 49+51 no les parece aunque se obtenga exactamente lo mismo. Puedes enfrascarte en discusiones eternas con ellos, pero no te van a escuchar y sólo percibirán su propio punto de vista, y alargarse las juntas o reuniones hasta situaciones exasperantes.
5. El tóxico gandalla, irrespetuoso, cafre y creador de problemas
Son personas muy tóxicas los que tienen actitud de microbusero mexicano que siempre están actuando de forma negativa, como bien dice un sabio, “si ves un microbusero sólo hay tres opciones: está haciendo, va a hacer o acaba de hacer una chingadera”.
6. El tóxico supersticioso, ultra-religioso y paranoico
También son tóxicos los supersticiosos, los fanáticos religiosos y los creyentes en todas las teorías conspirativas. Es muy difícil una convivencia saludable con estas personas porque todo su mundo lo interpretan de una forma muy sesgada y es complejo tener un diálogo o compartir con ellos ciertos tipos de información o asistir a algunos lugares.
7. El tóxico desconsiderado
Me refiero aquí a esas personas tóxicas que no cuidan el ambiente, que se tardan horas para ordenar en el restaurante o en el café, que contestan el teléfono en el cine que se meten a las colas así como si no pasara nada. Son personas que no tienen ninguna consideración en los demás.
8. El tóxico que siempre es más chingón que tú
No importa qué le platiques a esta persona, él ha hecho algo más sorprendente o impresionante. Suelen ser mitómanos y se creen sus propias mentiras.
9. El tóxico que se queja de todo, que es irascible y no está a gusto en ningún lugar
Algo pasa con estas personas tóxicas que siempre están molestas o tristes por alguna situación. Y tú tienes que sufrir a su lado y compadecerlas o tranquilizarlas.
10. El tóxico con mala suerte
Siempre va a estar sucediéndole algo negativo a este tipo de persona tóxica: tiene accidentes en su vehículo o transporte, le roban, le cae un ladrillo en la cabeza, le adivinan el password de sus cuentas, les cae mal la comida.
Son tóxicos los que navegan con bandera de tontos y nunca revelan sus intenciones. Normalmente te contactan para venderte algo, como productos multinivel o algún tipo de “inversión” o están tratando de obtener información de ti.
12. El tóxico agresor pasivo
Estos sujetos tóxicos «avientan la pedrada y esconden la mano». Ya los conoces, y siempre están listos para provocar y burlarse de los demás.
13. El tóxico político
Ah. Y los políticos. Prácticamente todos los políticos son personas tóxicas. Como escribía Jonathan Swift, si hubiera alguien que pueda hacer dos briznas de pasto donde antes solo crecía una, le habrá hecho más bien a la humanidad que toda la raza de políticos junta.
Qué hacer con las personas tóxicas en la familia, en el trabajo y en el amor
En la mayoría de las situaciones difíciles sólo tienes tres opciones, como dice Eckhart Tolle en El Poder del Ahora: cambiar la situación, retirarte de la situación o aceptar la situación. Así que toma en cuenta que la persona tóxica no cambia, que puedes alejarte de la persona tóxica y, finalmente, que habrá casos donde no quede de otra sino seguir tratando con la persona tóxica.
1. Cambiar la situación, pero ¿puedes cambiar a las personas tóxicas?
Toma en cuenta que nunca vas a poder cambiar a nadie., y menos a una persona tóxica. Tú eres el único que puede cambiar cómo reaccionas, qué acciones tomas, qué palabras dices y qué es lo que pasa por tu mente al convivir con alguien. Por consiguiente, sólo tú puedes cambiar lo que sientes al convivir a una persona tóxica.
2. Retirarte de la situación o cómo alejar a las personas tóxicas
Si ya sabes que no van a cambiar, y que lo único que puede cambiar es tu reacción a su actitud, pero no tienes interés en caer en una situación de chantaje o explotación, lo mejor es que tú te retires. Puede ser doloroso y tardar años en recuperarte, pero a veces es lo mejor. Si retirarte es lo que debes de hacer, seguramente ya lo sabes. Hazlo, aléjate de ellas.
3. Acepta la situación o qué hacer si no puedes retirarte o alejarte de una persona tóxica
También hay situaciones donde no queda de otra sino seguir cerca de la persona tóxica, por ejemplo si es algún empleo donde tienes que «apechugar» o algún cliente con quien tienes obligaciones contractuales. En ese caso lo único que puedes hacer es estar presente y evitar reaccionar.
Se requiere más fuerza para aceptar y dejar ir de lo que normalmente pensamos, así que si esta es tu situación te deseo ánimo y fuerza.
Las personas tóxicas te quitan energía. No lo permitas más.
Tratar con una persona tóxica va a ser una constante frustración, así que observa tu propia conducta al estar en contacto con ella. Si reaccionas a sus quejas, a sus comentarios negativos o despectivos, a su enojo, lo único que haces es entrar en el ciclo con el que se nutre su propia negatividad. Lo mejor es que no reacciones, aunque tú mismo sientas que «te disminuyes» por un momento. Y, por supuesto, también habrá casos donde un «no» consciente como también menciona Eckhart Tolle es la mejor respuesta.
Recuerda que tú eres primero, siempre, no desde un punto de vista egocéntrico, sino desde tu propia salud, tranquilidad y paz. Ya sabes lo que tienes que hacer.
Foto por Danilo Alvesd en Unsplash
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