Este es mi propio método para dejar de fumar, mediante el cual logré dejar el cigarrillo hace 6 años. Si logré dejar de fumar 40 cigarros al dá, sin duda puede funcionar para otros.
Lo publico de nuevo, celebrando una nueva ley en México que prohibirá los anuncios de tabaco en radio y t.v.
Método para dejar de fumar
Este método ha funcionado bastante bien, al menos para mí, y es teóricamente bastante simple. En la práctica es muy simple también, ya que solamente requiere cinco segundos de esfuerzo.
Tener ganas de dejar el maldito vicio
Primero que nada es necesario desear dejar de fumar. Parece obvio pero no lo es tanto. Para reforzar éste deseo nos podemos ayudar con alguna de éstas ideas, obvias y conocidas todas ellas. Algunas funcionan mejor que otras, depende de nosotros.
- El tabaco y sus componentes son dañinos para corazón, pulmones y todo el organismo en general.
- Produce falta de apetito y disminución de la condición física.
- La nicotina produce adicción, el alquitrán se queda pegado como costra a los pulmones.
- Cuesta mucho dinero, especialmente si se fuma más de una caja de cigarrillos al día.
- Los fumadores tienen mal aliento, huelen sus ropas a diez metros de distancia y normalmente son seres muy desagradables para los no fumadores, especialmente en lugares cerrados.
Y podría seguir una interminable y detallada lista, , pero que, la verdad, no interesa en lo absoluto ya que conocer éstas y mil razones más, y ser un experto en tabaquismo no sirve de nada. Lo ónico que sirve para dejar de fumar es, justamente, dejar de hacerlo.
Preparando el escenario
Es importante estar en una situación que no tenga que ver con nuestra rutina diaria. Algo como lo siguiente: No tener ni un centavo. Estar recién operado y con la nariz taponeada o los ojos parchados. Trabajar una temporada en una oficina pública en California. Pasar un fin de semana solo. Algo así.
Conocer lo que va a pasar
Como fumadores, se nos presentan frecuentemente las ganas de fumar. Generalmente, cuando se presentan estas ganas, las cuales creemos conocer, cedemos a la tentación y fumamos. Pero nunca las observamos.
Observemos éste deseo de fumar por una sola vez, sin ceder a su llamado. Notemos algo fundamental: las ganas de fumar no duran más de unos cuantos segundos y se van. Regresan poco después, pero se vuelven a ir, y así sucesivamente, hasta que caemos en la tentación y encendemos el maldito cigarrillo.
Dejando de fumar
Hagámoslo. Así, simplemente, dejando de fumar. Las ganas van a presentarse con muchísima frecuencia al principio. No las ignoremos. Respiremos profundamente y se irán solas. Ya sabemos que éstas no duran mucho tiempo. Así que venzámoslas una y otra vez durante el primer día. Durante el segundo y tercer día ya las conoceremos suficientemente como para no ceder tan fácil a su llamado, además de que se presentarán con mucha menos frecuencia.
Para toda la vida
En mi caso, después del tercer día bajó el deseo de fumar a una o dos veces al día. En este momento fue cuando me dí cuenta que realmente podía controlar mi vicio. Con el tiempo, las ganas de fumar se van presentando con muchísima menor frecuendia y a veces pueden pasar semanas o meses sin que aparezcan. Eso sí, es necesario estar conciente de ello para no caer ni siquiera una sola vez
En el peor caso, si cayéramos y fumáramos de nuevo un cigarrillo, siempre es posible volver a empezar.