Abarrotes Pepito y el rock progresivo
Abarrotes Pepito es una de las tienditas que está más cerca de mi casa. No es la más cercana, pero es a la que me es más cómodo ir: atravieso un arbolado parque lleno de rosales para llegar; me queda de paso hacia el puesto de periódicos, hacia el Sanborns más cercano, y hacia la avenida que más transito.
Pero no pienso comprarles más. Los propietarios son unos pinches careros: a todo le van subiendo que un peso que cincuenta centavos. Además, la vieja es una déspota. Se aprovecha de su excelente ubicación y surtido para jodernos a nosotros sus clientes. Afortunadamente en esta ciudad sobran las opciones así que puedo disponer de al menos otras cinco tienditas y una tienda de conveniencia.
Desgraciadamente, a diferencia de Abarrotes Pepito, en cuestión de conciertos de rock progresivo no tengo muchas opciones de donde escoger.
Me explico. En el Mexprog, que fue un festival de dos días hubo un retraso de nada menos que ¡3 horas y media! el primer día y de 1 hora y media al día siguiente. En el concierto de Banco, organizado por la misma persona hace dos semanas, se fue la luz a medio concierto. De repente se dejó de oir la música y solo sonaba la batería. ¡Y todo por ahorrarse una planta de $600.00 dlls! Por supuesto, el concierto empezó tarde, además de que lo hizo en una sala apropiada para bodas y quince años pero no para conciertos.
Ahora amenaza este sujeto con organizar un concierto de John Wetton. Por supusesto que voy a asistir. Pero espero que pronto surjan opciones de más calidad para estos conciertos.